Conducir bajo la lluvia puede ser un desafío y es importante conocer cómo actuar de manera segura en condiciones húmedas y lluviosas. Aquí te lo contamos.

La lluvia afecta el control del vehículo y la visibilidad en la carretera, los vehículos cercanos y los peligros que se aproximan. Toma en cuenta estos consejos para que te sientas más seguro y evites accidentes en estas situaciones:

Poca visibilidad

Carretera resbaladiza

Hidroplaneo 

Aguas profundas y charcos

Frenos mojados

 

Poca visibilidad

Para obtener la mayor visibilidad al conducir bajo la lluvia, puedes utilizar las líneas del borde derecho o las líneas centrales visibles al frente de tu vehículo como guías. 

Además, es importante eliminar las distracciones dentro de tu vehículo, encender las luces y los limpiaparabrisas, y señalar tus giros con antelación para que los otros conductores puedan conocer tus intenciones (recuerda que ellos tampoco tienen buena visibilidad y podrían colisionar con tu auto).

Carretera resbaladiza

Cuando la vía se vuelve resbalosa es posible que tu auto pierda tracción y sea más difícil tener el control. Ante una carretera que se vuelve resbaladiza debido a la lluvia, lo primero que debes hacer es reducir la velocidad y aumentar tu distancia de seguimiento para evitar un derrape. 

Si necesitas parar, evita hundir tu pie en el freno ya que esto podría provocar que el vehículo se deslice sin control. En vez de eso, aplica los frenos gradualmente, de forma controlada, soltando el pedal si sientes que el auto empieza a patinar. 

Y, en general, siempre que la carretera esté mojada toma las curvas y los giros más lentamente.

Hidroplaneo 

El hidroplaneo es una situación en la que tus neumáticos pierden contacto con la carretera debido a la acumulación de agua en la superficie de la carretera. Esto puede suceder a altas velocidades, por lo cual reducir la velocidad es tan importante bajo una lluvia intensa. 

Si te das cuenta de que estás sufriendo hidroplaneo, debes mantener ambas manos firmes en el volante, quitar tu pie del acelerador para reducir la velocidad y volver a ganar tracción, y si debes girar proceder tan lentamente como te sea posible. 

Aguas profundas y charcos

Cuando llueve intensamente o por mucho tiempo, es normal que se formen charcos y se empoce el agua. ¡No te arriesgues! Calcular la profundidad de un charco puede ser engañoso, así que es mejor que evites atravesar pozos de agua.

Conducir en aguas profundas puede ser peligroso y es importante evitarlo. Si te encuentras en esta situación, lo más seguro que puedes hacer es bordear el pozo, detener tu vehículo a un costado y considerar una ruta alternativa rumbo a tu destino o esperar a que el agua baje.

Frenos mojados

Los frenos mojados pueden ser ineficaces y es importante mantener una cabeza fría para rectificar rápidamente ante esta situación. 

Si tus frenos están mojados, puedes secarlos al reducir la velocidad, mantener una marcha más baja y frenar con suavidad. Aplicar los frenos de manera suave podría ayudar a eliminar toda el agua acumulada y devolver la capacidad de frenado a la normalidad.

Mientras esto ocurre, recuerda mantener una mayor distancia de seguimiento para evitar accidentes.

Todos estos consejos también puedes aplicarlos en condiciones de hielo o nieve. Recuerda siempre reducir la velocidad y tomar precauciones para disminuir los riesgos. ¡Maneja seguro en todo momento!

*No somos médicos ni abogados. Nuestros comentarios no son consejos con base legal.

 

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